Certificado Collareras 2 1 | Nombre web
Certificado Collareras 1 1 | Nombre web
Certificado Collareras 4 1 | Nombre web
Certificado Collareras 3 1 | Nombre web

Certificados

Reglamentos y normativas

Datos recogidos del Informe Colorieras 2009, inédito, realizado por la Consejería de Industria y comercio del Ayuntamiento del Grove, revelan que son 52 las collareras, dotadas de licencia y con autorización para vender en la isla de la Toja.

Luego existen puestos diversos sin licencia, que venden productos variados, pero que no están avalados por la certificación oficial del ayuntamiento y que componen puestos de venta diversos que en algún caso incluye también collares.

En el documento se reflejan las discrepancias existentes en el colectivo y se exponen algunos compramos alcanzados que procuran terminal con la deslealtad y a los altercados entre algunas vendedoras ye l acoso a los turistas. También se regulan las mercancías que pueden venir, y los objetos de la venta. En este apartado se recoge expresamente que no se vendan productos de artesanía con conchas que no sean conchas autóctonas y sin elaboración industrial.

Este informe es el que sirve de guía a la Policía Local en sus intervenciones contra las irregularidades que algunas collareras puedan cometer.

En el 2010, esta misma consejería redacta una Ordenanza Municipal regulador de la venta ambulante de collares y otros ornamentos de uso personal, realizadas con conchas marinas en el ámbito territorial del ayuntamiento del Grove, conforme a lo establecido en la ley 16/1998 de Julio, de Ordenación del comercio interior de Galicia, Ley Estatal 7/1996, de Ordenación de comercio minorista. El decreto de la Consejería de Industria y Comercio 194/2001, de 26 de junio, de Ordenación de comercio ambulante.

Se puede decir sin reparos que las collareras, son hoy en día, un sector económico principal en los recursos de la villa del Grove. No hay números fiables, ni balances contables de esta labor creativa, artesanal, desenvuelto por docenas de mujeres que elaboran y venden los collares, pulseras y pendientes. Sin duda cabe que es una de las industrias principales de esta localidad.

Aceptando que el oficio está documentado desde hace más de cien años, pero no reconocido por organismos e instituciones, no siendo una precaria regulación municipal d ella década de 1980; teniendo en cuenta que fueron varios cientos de familias que vieron mejoradas sus condiciones de vida y sus recursos alimenticios durante todos estos años; y constatando que los escasos datos económicos que pueden comprobarse, muchas collareras se nutrieron de materia prima elaborada, alcanzaron cifras de venta de hasta diez mil collares en un solo verano.

Curiosamente un sector económico definido por la invisibilidad y la desconsideración laboral resulta ser una de las industrias más sólidas del Grove en el siglo XX, sí que fuese modificado por ajenos que llegaban a este puerto solidario en el que las mujeres emprendedoras, creativas, artesanas, supieron navegar solas, tejiendo una red organizada de células de apoyo mutuo, de trabajo en común, en el que compartían recogida de concha, creación de piezas y venta a quien llegaba a su territorio. Han compaginado toda su actividad con la crianza de sus hijos, el cuidado de sus ancianos, y generar ingresos para repartir los beneficios en todas sus familias.